sábado, 7 de mayo de 2016

Dulces momentos


El sol se mece en los árboles, endulzando con su tenue luz las alegrías que enmarcan la callejuela, un sujeto con bigote de croissant toca su viejo acordeón, música que han aprovechado aquellos dos enamorados: él fragancia de menta, y ella, de canela… miradas exquisitas, besos de vainilla, labios de arándano.

Allá en la esquina están ese par de magdalenas aplaudiéndole a los  recuerdos de su ahora juventud marchita.

En las mesillas de las flores, miradas que torpemente se encuentran juguetean al ritmo que la  brisa acaricia los cabellos del sol en esta tarde.


Piruletas de emociones se viven en la calle más dulce de la ciudad.


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